La literatura revolucionaria

Para aproximarnos a lo que vivió México durante la revolución de 1910, te presentamos a los autores imprescindibles de la literatura revolucionaria.

Si tuviéramos que decir en pocas palabras qué caracteriza al siglo XX sin lugar a dudas mencionaríamos las nuevas tecnologías de la información y la efervescencia de ideas que transformaron el mundo. Tal como ocurrió en México entre 1910 y 1920, con revueltas armadas, reclamos sociales y disputas políticas.

Obvio, toda esa revuelta también afectaría la vida cultural y social del país. Fue un periodo que propició nuevas expresiones artísticas y literarias. Por ejemplo, cien años después nos sigue llenando de orgullo el muralismo de Diego Rivera, Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, por mencionar a los más representativos.

Pero la consciencia colectiva de los escritores también tuvo sus frutos con la realidad que les tocó vivir. Cuento o novela, la literatura revolucionaria reconstruye el conflicto como telón de fondo y muestra la miseria que el movimiento armado favoreció. Recordemos el trabajo de cinco autores imprescindibles de esta época.

Mariano Azuela

Los de abajo (1916) es la obra de Mariano Azuela que destaca de la producción literaria de la época por el protagonismo no de un individuo sino de un sector social definido. La obra exhibe cómo las esferas más bajas de la sociedad mexicana nunca tuvieron claro los ideales de la revolución. Los de abajo es considerada la primera y principal novela de la literatura revolucionaria, gracias a que Azuela supo capturar sus experiencias personales y el sentir de toda una esfera social.

Martín Luis Guzmán

La sombra del caudillo es la novela más importante de Martín Luis Guzmán. Se caracteriza por mostrar, de manera crítica, la crisis política del México pos revolucionario. Un año antes había publicado El águila y la serpiente (1928), en la que presenta su visión de las luchas civiles. Luego escribió Memorias de Pancho Villa (1940) y Muertes Históricas (1958), lo que le valió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística.

José Rubén Romero

La vida inútil de Pito Pérez (1938) es la obra más importante de José Rubén Romero; un escritor muy fructífero de la literatura revolucionaria, ya que nunca dejó de escribir durante todo el conflicto armado. Aunque Romero critica también la injusticia social y los abusos de las instituciones que persistieron después de la revolución, la característica de La vida inútil es que lo hace de manera satírica. Fue tal su éxito que se llevó tres veces a la pantalla grande y en varias ocasiones al teatro.

Gregorio López y Fuentes

El indio (1935) es la obra más famosa de Gregorio López y Fuentes. El autor utilizó la imagen del indio no como un individuo sino como un colectivo que es oprimido antes, durante y después de la revolución. Dos años después se tradujo al inglés y es la primera novela a la que la recién creada, Secretaría de Educación Pública le otorgó el Premio Nacional de Literatura.

Rafael F. Muñoz

¡Vámonos con Pancho Villa! (1932) es quizá la novela con sentido más bélico de la literatura revolucionaria. Consagró internacionalmente a Rafael F. Muñoz como uno de los más genuinos narradores del tema de la revolución mexicana por su estilo entrecortado, casi cinematográfico. Al igual que otras obras de la época, ésta también fue llevada al cine por el cineasta Fernando de Fuentes en 1935.