Para la Academia de las Artes de la Escritura han sido treinta años de una constante preocupación para contextualizar al texto, de no estudiarlo de forma aislada y sumisa a la normativa lingüística oficial, sin considerar sus aspectos macro y metatextuales, sin tomar en cuenta sus materialidades ni las transformaciones de la producción editorial por los avances tecnológicos.
Punto clave para llegar a la realidad actual ya que, desde hace más de dos décadas, esos avances han incrementado notablemente la producción de conocimiento y dejado de ser manufactura exclusiva de la industria editorial, únicamente materializada de forma impresa.
Como consecuencia, la demanda de trabajo creció y ello abrió una nueva posibilidad a estudiantes y egresados de distintas disciplinas para que complementan su formación académica y se capaciten en gestión editorial, bibliotecología, lingüística y recursos informáticos, entre otros, para satisfacer las necesidades laborales vigentes.
Ésta es la razón por la que los contenidos y las retroalimentaciones de los dos diplomados que ofrecemos están organizados haciendo un detallado recorrido del escrito; desde su valoración diagnóstica hasta su entrega para la reproducción: en papel o digital, con una perspectiva de auténticos gestores del conocimiento
